domingo, 21 de febrero de 2010

Desayuno sin Sufrimiento

- ¡Jesús ven a desayunar!, le gritó su mamá al chucho, como le decían sus amigos, quién jugaba con sus cuates en el jardín.

- Lo siento voy a comer, luego le seguimos, les comentó

- ¿Qué vas a desayunar?, le preguntó Marcela. En mi casa ahora somos vegetarianos y mi mamá ya no nos da jamón, pero seguimos comiendo queso y huevos, dice que eso está bién por que no matan a las vacas ni a las gallinas para que comamos.

- Mi papá me platicó que además los animales viven muy mal en los ranchos en los que los tienen antes de que los lleven al matadero, les dijo Regina

- ¿No han visto los camiones con gallinas o cerdos en las carreteras, algunos se ve que ya están muertos o van todos apachurrados, pobrecitos, dijo Rodrigo, evidentemente compungido.

- Eso mismo dice mi mamá, comentó Marcela, por eso ahora somos vegetarianos, bueno nos vemos al rato.

El papá de Jesús era vegano, por lo que para comer no consumía ningún producto animal, ni usaba ropa de lana o seda, le desagradaban enormemente las corridas de toros, y no le gustaban los circos, ni otros epectáculos en donde se usa a los animales para nuestra diversón.

Aunque Jesús se sentía un poco molesto de no ir a comer carne con su papá,  ya que a él le gustaba mucho la carne, y generalmente evitaba hablar del tema, ese día cuando se sentaron a desayunar le comentó que su amiga Marcela era vegetariana y que ella si comía queso y leche y también huevo, que por que él no lo hacía. Su mamá volvió a verlos pensando que una vez más iba a tener que comer mientras su marido platicaba sobre veganismo y le iba a amargar el desayuno, pero no dijo nada, después de todo su hijo era el que había preguntado.

Su papá le explicó a Jesús que si a la gente le preocupaba realmente el sufrimiento de los animales, debería de pensar dos veces antes de volverse vegetariano y no vegano. Le puso como ejemplo a las gallinas. Le explicó que las gallinas ponedoras, es decir las que ponen huevos, eran un tipo especial de gallinas, diferentes de las que se usan para carne y que cuando nacen la mitad de la gallinas son machos y la mitad son hembras. Las hembras son "utiles", ya que cuando crezcan van a poner huevos, pero los machos no los son, y tampoco son útiles para carne, por lo que los tiran como basura y los matan o dejan morir.

Cuando Jesús le pregunto por que los dejaban hacer eso, su papá le explicó que los dueños de los pollos eran eso sus dueños y por lo tanto podían, dentro de ciertos límites, hacer con ellos lo que quisieran. De la misma manera que tú lo haces con tus juguetes, le dijo. Si papá, le dijo Jesús, pero los animales no son cosas, las cosas no sienten.

Las gallinas ponedoras viven encerradas en unas jaulas de alambre en las que una sola gallina no se puede parar ni estirar y sin embargo, en una sola jaula viven hasta cuatro gallinas, continuó su papá explicándole. Para evitar que las gallinas más agresivas maten a las otras a picotasos, cuando son pequeñas a todas les cortan el pico, y para acabarla de fastidiar, le dijo,  cuando dejan de poner suficientes huevos, pues las matan por que ya no sirven.

Jesús se quedó pensando que entonces en realidad si mataban a las gallinas para que él pudiera comer huevo, solo que antes de hacerlo las torturan durante algunos meses. Ese día no quizo comer huevo. Quizas mañana tampoco lo haga.

1 comentario:

Ariadna Valdés dijo...

Y Jesús Andrés come, viste, se aposenta, etc., animales???